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  Teologia de la Prosperidad Herejia
 

La Teología de la prosperidad, también conocida como Evangelio de la prosperidad, es un conjunto no sistematizado de doctrinas de ciertos grupos religiosos que enseñan que la prosperidad económica y el éxito en los negocios son una "evidencia externa" del favor de Dios. También es conocida como «Palabra de Fe» o «Confiésalo y recíbelo».

Es una enseñanza común entre muchos telepredicadores y también entre algunas iglesias pentecostales y neopentecostales (incluso entre predicadores evangélicos y carismáticos), la cual establece que Dios quiere que los cristianos sean exitosos en «todos sus caminos», especialmente en el área de las finanzas.

Los defensores de esta doctrina aseguran que su propósito de fondo es la financiación de predicadores alrededor del mundo (evangelización), basada en versículos de la Biblia, como Deuteronomio 8:18 que diceAntes acuérdate de Jehová tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar su pacto que juró a tus padres, como en este día. o Mateo 7:20 Por sus frutos los conoceréis (Biblia Reina-Valera 1602).

Los críticos de estas enseñanzas alegan que estas doctrinas son usadas para enriquecer indebidamente a los líderes religiosos que explotan la ingenuidad de los creyentes sinceros que ofrendan su dinero, y que el énfasis en «la bendición material» es una malinterpretación de la Biblia. Por ejemplo, el pasaje de Deuteronomio antes citado se referiría exclusivamente a un pacto entre Dios e Israel, sin ninguna relación con la Iglesia.
Wilkipedia


 

Algunos telepredicadores que adherirían a la teología de la prosperidad son:







Algunos principios hermenéuticos: Una regla fundamental de la fiel interpretación bíblica es la de buscar el significado original del mensaje, o sea, lo que el autor inspirado quiso comunicar y lo que los primeros receptores hubieran entendido. Desde ese mensaje en su contexto antiguo, y sólo desde ese mensaje, podemos proceder a buscar el mensaje para hoy. Eso se llama "pensar bíblicamente", pensar "junto con" los autores y lectores antiguos. Es una falacia trasladar el texto directamente a nuestro contexto moderno. Ahí comienza el problema con los predicadores de la prosperidad: interpretan "prosperidad" en su sentido moderno económico, sin relación a su significado original. Los he escuchado también interpretar la palabra "ruina" sólo como la bancarrota o el desempleo. Cualquier estudio de los temas prosperidad, riqueza y pobreza en el pensamiento bíblico puede demostrar cuán alejados andan del pensamiento bíblico, cuando para ellos "prosperidad" significa sólo tener casa lujosa, empresa privada exitosa o un carro del último modelo.

El enfoque bíblico sobre la riqueza y la pobreza: Una consideración de toda la enseñanza bíblica sobre la riqueza y la pobreza deja muy claro que un evangelio "prosperidad-céntrico" es un evangelio excéntrico y falso  Aunque hay versículos aislados sobre la prosperidad material, ese tema está lejos de ser el enfoque central bíblico sobre este tema. El gran énfasis bíblico no cae en la acumulación egoísta de bienes sino en la solidaridad con los necesitados (ver "El Año de Jubileo" I-III, 12.18.07; 4.8.08; 3.18.09). Si Dios nos bendice, es para bendecir a otros, a manos llenas (Gén 12:2-3; cf Dt 15:10,13-14). La Biblia reconoce la existencia de la pobreza, no sólo ni primordialmente como consecuencia de pecados ni de falta de fe, sino como un llamado a la solidaridad. Dios mismo se declara el Dios de los pobres, las viudas, los huérfanos y los forasteros. Uno de los grandes problemas del pensamiento bíblico es la prosperidad de los malos y la pobreza de los justos (Jer 12:1; Lam 1:1; cf Salmo 37:7; 73:3). La riqueza no es siempre premio de la fe y la santidad, ni la pobreza es siempre resultado de pecado o falta de fe.

 

 


 
 
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